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2007/07/06

Cómo ser madre y no morir en el intento. Consejos anti-estrés


"Lo mejor para mí es tener tiempo para hacer lo que me gusta. Ir al cine, salir a cenar, o simplemente leer. Esa es la manera de desconectarme y de evitar que el estrés me arruine la salud", dice Fernanda Huertas, una mamá de 30 años que cría sola a dos niños.

La vida de la mujer cambia drásticamente con la llegada de un hijo. Ni hablar si son dos, tres o más. Ya no quedan tantos espacios para disfrutar, descansar o simplemente para dedicarse a uno mismo. ¿Qué puedes hacer para luchar con el estrés de criar a un niño y trabajar? ¿Cómo manejar este cambio de vida y no morir en el intento? En una recogida de los consejos de varios especialistas, te cuento las que adoptamos como bandera de lucha diaria mis amigas y yo.

Tú debes poner la pausa
Las madres que padecen de estrés o ansiedad tienen el doble de probabilidades de consultar a médicos cuando sus niños se quejan de dolores de estómago que las madres con menos estrés mental. Esto sólo genera que los niños pasen más horas en la consulta del doctor que jugando. De todas formas, esta no es la única consecuencia del estrés. A esto hay que sumarle todos los problemas de salud que acarrea.

Saca estas palabras de tu vocabulario

Los psicólogos proponen eliminar del vocabulario las palabras "debes", "tienes que", etc. Estas palabras implican un sentido de la urgencia y tienden a poner automáticamente a una mujer en un estado aumentado, más agotador. Rélajate mina!.

Aprender a manejar tu tiempo

La idea es utilizarlo de manera más eficiente (tú puedes lograrlo). Es bueno realizar durante estas épocas ejercicios de relajación. Puedes meditar, lee un buen libro, practicar un hobbie casero, hacer ejercicio, etc. Son actividades que puedes hacer dentro de tu casa mientras tu bebito duerme. Ya sé que estás cansada porque haz debido lavarle ropa a mano con jabón popeye, pero … ya verás que si despejas tu mente un rato y haces algo que a ti te gusta, te sentirás mucho más relajada cuando tu criatura despierte.

Programa tu día

Para eso primero tienes que darte cuenta de que tu vida ha cambiado un poquito –bueno, bastante-, pero no significa que lo que hacías antes yo no puedas seguir haciéndolo. Sólo debes organizarte tu día de otra forma. Si te organizas aliviarás tu tensión. Si en las mañanas te da lata levantarte a preparar el desayuno, deja todo sobre el velador la noche anterior. La idea es ser creativa y no dejar que la situación termine cansándote.

Un segundo en familia

La misma organización propone tomarse un segundo para estar tranquila en familia. Escuchar a los niños, leer junto a ellos, inventar un juego, hablar del día que han tenido, hacer una buena caminata. Una alternativa que funciona y muy bien es la de programar los almuerzos siempre juntos. De esta manera, se puede construir un momento que sea positivo, afectivo y que afiance las relaciones entre los miembros del hogar.

El poder de la respiración

A veces con solo respirar, se puede aliviar ese estrés que, además de molesto, puede dar origen a presión alta, irritabilidad y hasta cólera. Por eso, inhalar y exhalar es un ejercicio sencillo que puede ayudarte. Es de lo más simple y hasta entretenido: respira profundamente, pero no hiper ventiles. Inhala como si estuvieras oliendo el aroma de un perfume que te gusta mucho, por ejemplo. Estira tus brazos altos sobre tu cabeza lentamente y luego exhalas totalmente. Ya verás que al principio te resultará que haces el ridículo… pero luego te gustará.. y hasta puede que tus hijos se te unan, y si son pequeños, puedes convencerlos de que es un juego que se realiza todos los días.

No te vuelvas loca

Tienes un problema, hace tiempo que te da vuelta en la cabeza. Piensas en ello una y otra vez y ¡quieres resolverlo en dos segundos! Imposible. Hay que ser realista: ¡La vida no es una película que resuelve sobre una hora!, calma… relax… respira profundo…. Y lo más importante: toma notas de las posibles soluciones a tu problema. Y luego las cotejas. Cuando yo tengo un problema que no logro sacarme de la cabeza lo escribo, y cada cosa que se me ocurre al respecto la escribo al lado y así hasta que al final se resuelve solo.

Sal a pasear

Es normal que las mamás pasen mucho tiempo dentro de sus casas. Las que trabajan porque quieren disfrutar de esos escasos minutos con sus niños, las que no porque se deben hacer cargo de todas las tareas del hogar, que no son pocas y terminan tan agotadas que ya no les quedan energías para salir y cargar esos bolsos llenos de mudas e ropa y otra infinidad de cosas.

Pero en realidad es fundamental tomar un tiempo para estar afuera. Haz las actividades que te son agradables. Ya sea gimnasia, escucha música, socializa, toma un baño de burbujas, entre otras actividades. Déjale tu hijo a tu mamá, a tu suegra –en algo que contribuya positivamente la señora pues- a una amiga o a tu marido –jejejeje-. Tampoco es por tanto rato.

No tienes que ser superwoman

¿Quieres lavar los platos mientras cocinas y limpias la casa? ¿Pretendes jugar con tu niño, hacer ejercicios y ordenar tu cuarto a la vez? No, todo junto no se puede. Ni siquiera es recomendable. Es más, los expertos dicen que lo mejor para bajar el estrés es justamente hacer menos cosas. Aunque es difícil cuando se tiene un marido que llega a la casa pasando los dedos por sobre los muebles para “fiscalizar” que no haya polvo. Jajaja, pero cómprate un plumero que es más fácil y rápido de usar que el típico pañito amarillo. Ha llegado la hora de simplificar tu vida.

¡Que lo haga otro!

D-E-L-E-G-A-A-A-A. Sé que es difícil, pero es necesario, algunas veces. ¡El hecho que una mujer sea capaz de trabajos múltiples, no significa que deba hacerlos siempre! Terminas encima con la sensación de una gran tensión. ¡Mira tu hogar y ve qué áreas te traen paz y cuáles te ponen ansiosa! Si te parece que a tu casa la agarró un Tsunami no te sentirás tranquila". Si los chiches de las repisas te ponen histérica cada vez que vas a limpiar el polvo, ¡sácalas! Y vuelve a ponerlas cuando los hijos estén en la universidad o se hayan ido de casa.

NUESTRA MÁXIMA DE HOY –Y SIEMPRE- ES ¡¡¡¡RELÁJATE MINA!!!.





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